5 Claves para cambiar el mundo a través de tu consumo

Cada vez son más evidentes los efectos producidos por el cambio climático en todas las regiones del mundo. Sin embargo, pocos sitúan el consumo como una de las amenazas al planeta.

Consumimos a diario, pero sabemos de dónde procede nuestra energía, ropa, alimentos? Sabemos qué impactos provoca en nuestra salud o en la naturaleza? Somos conscientes de su impacto, de las implicaciones sociales o medio ambientales? Sabemos el triple precio de lo que compramos, es decir, el económico, el social y el medioambiental?

Los recursos naturales, el agua, la energía, la comida que consumimos, la ropa que vestimos, en definitiva, todas las cosas que utilizamos a diario, se producen con recursos naturales que se extraen de la tierra y son transformados por el ser humano. La demanda de estos recursos a nivel internacional está por encima de la capacidad terrestre de renovarse.

“ El Banco Mundial indica que si se cumple el pronóstico de que la población mundial alcance los 9.600 millones de personas para el año 2050, se necesitarán cerca de tres planetas Tierra para proporcionar los recursos naturales suficientes para mantener el estilo de vida actual”. 

En este artículo, te dejamos algunas ideas para que combatas la crisis climática en tu día a día. Como decía el periodista y escritor Eduardo Galeano “ mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”. 

Alimentación

La alimentación es una de las mejores herramientas para contribuir positivamente a mejorar nuestra salud y salvar el planeta.

• Evita el desperdicio. Compra más a menudo y pequeñas cantidades, practica una cocina de aprovechamiento.
• Intenta no comprar productos sobre envasados ya que generan toneladas de residuos innecesarios.
• Evita comprar alimentos ultra procesados y elige artículos frescos o mínimamente procesados. Además de ser poco saludables requieren más recursos en su elaboración.
• Apuesta por productos locales, de cercanía y de temporada. La naturaleza es sabia y nos ofrece cada estación lo que nuestro cuerpo necesita. Este tipo de artículos disminuyen el impacto ambiental que supone que recorran miles de kilómetros hasta llegar a nuestra mesa.
• Minimiza el consumo de carne y apuesta por la ganadería ecológica, que siempre es extensiva y el bienestar animal es prioritario. La ganadería industrial es la responsable de la emisión del 14,5% de los gases de efecto invernadero.
• Consume productos ecológicos. Respetan el medio ambiente y tu salud, ya que se han cultivado sin usar fertilizantes ni pesticidas sintéticos. Los métodos de producción de la agricultura y de la ganadera ecológica provocan menos emisiones de gases de efecto invernadero, incrementan la biodiversidad y la fertilidad de la tierra.

Movilidad

Busca alternativas al transporte en coche particular:

• Apuesta por desplazamientos a pie o en bici para moverte por tu municipio.
• Usa el transporte público.
• Comparte coche con otras personas.
• Alquila un coche por horas para desplazamientos ocasionales.

Moda

Según la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, es responsable del 20% de las aguas residuales en el mundo y del 10% de los gases de efecto invernadero. Además de ser la que menos respeta los derechos de los trabajadores.

• Apuesta por firmas éticas y sostenibles, que apuestan por un comercio justo, velan por el bienestar animal, utilizan tejidos orgánicos, recuperados o reciclados.
• Apoya artesanos y creadores locales.
• Compra ropa de segunda mano.
• No compres ropa nueva. Apuesta por reparar la ropa que ya tienes para alargar su vida. También puedes optar por intercambiar ropa con familiares o amigos. O simplemente alquilar aquellas prendas que por ejemplo solo te vas a poner en una ocasión.
• Dona parte de la ropa que ya no utilizas a través de puntos limpios, iglesias, ONGs o tiendas especializadas.

Por si todavía tienes dudas, aquí te dejo un artículo de Ethical Time con un listado de 8 documentales que cambiarán tu manera de ver el mundo de la moda.

Plásticos

Se estima que cada año terminan en nuestros océanos y mares una media de 8 millones de toneladas de residuos plásticos, de los cuales el 1% son cepillos de dientes. Reducir el uso y el impacto que los plásticos tienen en los ecosistemas es responsabilidad de todos.

En tu día a día puedes buscar alternativas y reducir el consumo de plásticos.

• No salgas de casa sin tu bolsa de tela.
• Cambia las botellas de plástico por una de cristal o acero.
• No uses vasos, platos y cubiertos de plástico.
• Rechaza los productos sobre empaquetados y si puedes compra tu comida a granel.
• Consigue productos de higiene y cuidado personal que no estén envasados en plásticos ni utilicen micro esferas de plástico en su composición.
• Utiliza un cepillo de dientes de bambú o madera.
• Evita los productos de limpieza del hogar envasados en plástico.

¿Quieres saber cuánto plástico usas en realidad?

¡Averigua tu huella de plástico!

Cosméticos

La gran mayoría de los ingredientes de la cosmética convencional provienen de la industria petroquímica o bien son químicos sintéticos. Estos ingredientes, además de presentar un riesgo para la salud, acaban contaminado nuestros ríos y mares formando parte de la cadena alimentaria.

• Mira las etiquetas. Es muy importante fijarse en las etiquetas de los cosméticos antes de comprarlos y evitar aquellos ingredientes catalogados como problemáticos. Rechaza productos que tengan derivados del petróleo, colorantes sintéticos, aromas artificiales o micro plásticos en su composición.
• Apuesta por productos que en su formulación contengan materias primas de origen vegetal procedente de la agricultura ecológica certificada.
• Evita los cosméticos que estén envasados en plásticos.
• No hayan sido testados en animales.
• Apuesta por productos ecológicos certificados para tener la garantía de que son respetuosos con el medio ambiente.

Como consumidores tenemos el poder de decidir en qué mundo queremos vivir.